Empleamos herramientas avanzadas, como probadores de tracción y detectores de agujas, junto con minuciosas inspecciones manuales, que incluyen pruebas de caída y evaluaciones del filo de los bordes. Estas medidas garantizan que nuestros peluches no presenten riesgos como hilos sueltos, peligro de asfixia o componentes afilados.